Esta va a ser una entrada cortita (o eso espero), en la que explicaré de dónde viene la motivación, en caso de haberla, de ejercer esta profesión.
Toda la vida, o al menos desde que tengo uso de razón, he tenido una cosa clara: "Me gusta contar historias". Es algo que veo común en todos mis referentes en el mundo de la comunicación, de hecho siempre utilizan esa expresión, y siempre me he preguntado cómo puede ser que tanta gente tenga un pensamiento tan exacto y que me describa tan bien.
Este gusto siempre me ha llevado por los caminos que os podeis imaginar: Me gustaba hacer teatro cuando estaba en el colegio, de hecho se me daba bastante bien, me gustaba (y al parecer me sigue gustando) contar mis opiniones acerca de lo que sea, y hacerlo con pasión, y también me gusta ver cómo el resto de gente hace o mismo!
Muchas veces he reflexionado sobre ello y he pensado que igual lo que me gusta, simplemente es la atención de los demás, y aunque no deja de ser cierto, hay algo dentro de mí que siempre rechaza esa idea. Tal vez no quiera admitirlo, pero quiero pensar que se trata de algo más complejo.
Sin embargo las historias parecen no amarme: El mundo me castigó dándome ciertos problemas en todas las áreas relacionadas con el lenguaje que aún a día de hoy sufro. No me considero un buen orador, nunca lo he hecho, y esto siempre me ha dado rabia: Yo quiero contar estas historias, pero con estas características tan personales no parezco el apto para el trabajo.
Siempre he querido ser profesor, en gran parte porque me recordaba a este gusto por contar historias, pero estas problemáticas de las que os hablo, junto con una autoestima, no demasiado óptima cuando era adolescente me llevaron a descartar esta posibilidad, y centrarme en alguno de mis otros gustos, como la arquitectura por ejemplo, aunque si me conocéis ya sabéis cómo acabó aquella historia también.
Recientemente, y ya finalizados los estudios, después de trabajar en el sector privado me di cuenta de que si seguía esa vida, no iba a sentir ningún tipo de realización como persona. Dudo mucho que tenga algún talento suficientemente desarrollado como para que destaque, pero en caso de existir, creo que paradójicamente tiene que ver con la comunicación.
No "valgo" para trabajar en una oficina haciendo informes, o al menos no creo que pueda realizar un trabajo mucho mejor que cualquier otro por el simple hecho de ser yo, pero sí que creo que puedo marcar la diferencia en la educación: Sí que creo que puedo tener las cualidades necesrias para ser un buen profesor, a pesar de todos los problemas que pueda llevar en la mochila, y es este sentimiento el que me ha impulsado a querer elegir esta carrera profesional: En el supuesto en el que todos existamos por alguna razón en el mundo, creo que mi propósito se encuentra en la educación, y voy a hacer el mejor trabajo posible para que el dueño de mi destino se sienta orgulloso.
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