Bienvenidos a la que será mi última entrada, al menos por un tiempo hasta que los cielos se aclaren.
Aunque no tuve el privilegio de estar el último día de clase con vosotros para hablar sobre los objetos personales que os definen, que dicen algo sobre vosotros, he pensado que podría compartir el mío por aquí.
Imagino que algunos estaréis pensando que voy a presentaros algo muy extravagante, muchos pensareis que se complementa con mi personalidad, y de ahí viene el título de esta entrada:
Me considero un hombre ciertamente simple, y no creo que eso sea malo. Podría matarme a pensar en un objeto que presentase una imagen de mí que sirviese a mis deseos vanidosos, pero no me respresentaría *a mí*. Como he dicho, soy un hombre simple, y por eso os voy a presentar un objeto que muchos consideraréis sin mayor importancia, pero para mí sí la tiene.
He compartido en alguna de mis entradas que en mi vida ha habido bastante arrepentimiento, por lo tanto no tengo muchos objetos que representen algo de mi constante en el tiempo, ya que tiendo a cambiar mucho, aunque siempre en la línea que supongo me toca seguir, así que para conseguir un objeto realmente significativo he tenido que buscar artás en el tiempo, muy atrás, a mi niñez.
El objeto en cuestión es un autógrafo de Fernando Alonso: Lo conseguí cuando vino en el año 2006 a la fábrica de Michelín en Valladolid después de ser campeón del mundo.
Una cosa muy superflua dirán algunos, y con razón, al fin y al cabo es un trozo de papel firmado, pero no lo son todos los recuerdos que tengo de ver con mi familia la Fórmula 1 los fines de semana, no lo son las alegrías al ver una buena salida de Fernando, no las lágrimas derramadas en lso años 2010 y sobre todo 2012... Yo he sido un hooligan de la Fórmula 1 durante muchos años, y vivir con tanta pasión un deporte es algo que todo el mundo debería experimentar, y me entristece saber que mucha gente no lo hará nunca. Sé que celebrar éxitos que no son tuyos no tiene sentido, que es irracional, pero los que no habéis tenido esa sensación, la que tiene nuestro compañero Alex, por ejemplo, simplemente no podéis hacer juicios racionales de algo que desconoceis, y desde aquí os animo a que busquéis ese "algo", tal vez pueda no ser un deporte, que os haga vivir una sensación tan única.
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